Un hombre llamado Carlos Humberto Agustín agradeció a Dios por haberlo sacado del mundo de las drogas y de la cárcel.
A sus 43 años, Agustín comentó su testimonio, una vida difícil marcada por malas influencias y decisiones que casi lo llevaron a la muerte.
En su pasado, el hombre recuerda que la vagancia y las malas amistades provocaron que Agustín entrara en el mundo de las drogas.
Hombre agradece a Dios por sacarlo de los vicios y la cárcel
Muchas veces fue detenido por la policía por posesión de drogas, sin embargo, Agustín comenta que lo más difícil fue luchar contra sí mismo.
Se sentía vacío, era problemático y muchas veces ni siquiera entendía lo que sentía o inclusive lo que le faltaba a su ser.
Pero, el hombre comenta que poco a poco hubo un sentimiento de paz que lo rodeó un día, algo que como una semilla lo hizo cambiar.
Contacto con Dios
Un día llegó a la iglesia local de su ciudad, en donde fue recibido por el pastor Quintanilla, el líder vio que Agustín necesitaba ayuda.
La iglesia aconsejó al hombre con palabra, y con la necesidad de cambio, Agustín le pidió a Jesús que hiciera un milagro en él.
Pronto gracias a sus esfuerzos, el hombre fue nombrado diácono de la iglesia, trabajaba dentro del templo y su vida se la dedicaba a Dios.
Evangelizando en las calles
Actualmente Agustín tiene su propio negocio en la calle, vende agua, refrescos y dulces para mantenerse.
Sin embargo, Él asegura que le gusta su trabajo, ya que cuando va a predicar a las calles o tiene que ir a una campaña de la iglesia puede recoger su mercancía y asistir.
Así como también, puede predicar la palabra de Dios mientras continúa laborando en todo el día a cientos de transeúntes que visitan su negocio.
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