Después de enfrentar la cárcel por predicar que la homosexualidad es un pecado, un evangelista estadounidense advierte que “las cosas se están poniendo muy mal”
El evangelista y misionero Ryan Schiavo fue arrestado en Londres el 22 de julio por predicar en las calles que la homosexualidad es un pecado.
Aunque Schiavo es estadounidense, a menudo va a Inglaterra para ministrar a los jóvenes y predicar en la plaza pública.
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“Estaba predicando el Evangelio en las calles como siempre lo hago, pero fue un mensaje de unos 30 minutos”
“En el transcurso de un mensaje largo puedo cubrir muchos temas que creo que son pertinentes” declaró el cristiano a los medios.
“Cuando hablé sobre el tema de la homosexualidad y el transgénero. Dije que la homosexualidad es un pecado”.
“Hablé de lo destructivo que es y del daño que la agenda transgénero está haciendo a los niños en las escuelas, porque está siendo empujada hacia los niños más pequeños aquí”, agregó.
En su predicación, Schiavo dijo que “las iglesias que tienen banderas del arco iris no son iglesias reales”. Su mensaje provocó la ira de una joven, que él cree que es lesbiana, que decidió llamar a la policía.
Orden público
Schiavo fue arrestado por violar la Ley de Orden Público, que prohíbe a las personas causar “acoso intencional agitación o disturbios”
Utilizando “palabras o comportamientos amenazantes, abusivos o insultantes”. Imágenes del momento del arresto registran que cuando los policías metropolitanos arrestaron a Schiavo
El evangelista declaró: “Es un honor sufrir por Jesucristo”. También dijo que Dios juzgaría a Inglaterra “severamente” por su adhesión a la ideología LGBT.
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