Mientras que otras mujeres en Afganistán se esconden y se ven obligadas a la esclavitud sexual, los combatientes talibanes le prendieron fuego a una mujer por su mala cocina, según los informes.
“Están obligando a la gente a darles comida y cocinarles. Una mujer fue incendiada porque fue acusada de haber cocinado mal para los combatientes talibanes”, dijo la activista y ex juez afgana Najla Ayoubi según Fox News.
Ayoubi huyó del país cuando los talibanes comenzaron a tomar más control de Afganistán y dijo que desde entonces ha recibido numerosos informes de violencia contra las mujeres.
Talibanes prenden en fuego a una mujer en represalia por cocinar mal
“Hay tantas mujeres jóvenes enviadas en las últimas semanas a países vecinos en ataúdes para ser utilizadas como esclavas sexuales”
“También obligan a las familias a casar a sus hijas pequeñas con combatientes talibanes. No veo dónde está la promesa de que piensan que las mujeres deberían trabajar cuando estamos viendo todas estas atrocidades”, lamenta Ayoubi.
A las mujeres que vivieron bajo el gobierno talibán de 1996 a 2001 no se les permitió asistir a la escuela ni al trabajo, solo se les permitió salir de sus hogares en presencia de un hombre y se les pidió que se cubrieran de la cabeza a los pies.
Víctimas en riesgo
Una declaración reciente firmada por Estados Unidos y otros 20 países, exhortó a quienes están en el poder en el país a «garantizar» la protección de mujeres y niñas de «cualquier forma de discriminación y abuso».
“Estamos profundamente preocupados por las mujeres y niñas afganas, sus derechos a la educación, el trabajo y la libertad de movimiento”.
“Instamos a quienes ocupan posiciones de poder y autoridad en todo Afganistán a que garanticen su protección. Nosotros, en la comunidad internacional”
“Estamos listos para ayudarlos con ayuda y apoyo humanitario, para asegurarnos de que sus voces puedan ser escuchadas”, dijo el comunicado.
Los talibanes prometen respetar los «derechos de las mujeres», pero varios relatos muestran que las mujeres son retiradas de los trabajos bancarios y enviadas a sus hogares, y otras que trabajan para huir del país por temor a ser asesinadas.
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