Cristo es la respuesta al dolor. Cuando Harry Lauder, el gran comediante escocés, recibió la noticia de que su hijo había sido asesinado en Francia.
Dijo: “En un momento como este, hay tres caminos abiertos para el hombre: puede ceder a la desesperación y amargarse. Puede tratar de ahogar su dolor en la bebida o en una vida de maldad. O puede volverse a Dios”. En tu dolor, vuélvete a Dios.
Hay miles de personas que se han vuelto a Dios, pero es posible que aún estés llevando tus cargas. Dios te ruega:
Cómo Jesús es nuestro consolador en las pruebas
“Echad toda vuestra ansiedad sobre mí, porque yo tengo cuidado de vosotros” (1 Pedro 5:7). Tú que debes pasar por el valle de sombra de muerte.
Tú que debes despedirte de aquellos a quienes has amado, tú que sufres privaciones y miserias, tú que eres perseguido injustamente por causa de la justicia, anímate, anímate. Nuestro Cristo es más que adecuado para el dolor.
En el dolor, Jesús, Tu consuelo quitará toda la amargura y el anhelo y me dará coraje para enfrentar el dolor del corazón. Tu gracia me consolará y Tus brazos me sostendrán. Gracias, amado Señor.
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