El exdiputado federal Jean Wyllys asoció la masacre de cuatro niños en una guardería en la ciudad de Blumenau (SC) con el crecimiento de los evangélicos en la sociedad brasileña.
Este miércoles 5 de abril, un hombre de 25 años saltó el muro de la guardería y mató a cuatro niños de un hachazo en la cabeza. Las víctimas tenían entre 4 y 7 años.
El asesino fue detenido in fraganti tras entregarse en un Batallón de la Policía Militar en Blumenau. Según información del portal g1 , ya tenía pasajes por tenencia de estupefacientes, lesiones y daños.
En Twitter, el exdiputado afirmó que “es importante entender esta nueva masacre en escuelas de Brasil como un síntoma grave del ascenso de la extrema derecha”.
A pesar de la falta de evidencia para respaldar su argumento, Wyllys afirmó que “esta forma de terrorismo está asociada con el miedo, la ansiedad y el pánico que la extrema derecha crea en los hombres límite en red”.
“Los líderes de la extrema derecha brasileña no solo importaron, de la derecha estadounidense, la veneración por las armas, la ideología supremacista blanca, el antiintelectualismo, el fanatismo evangélico neopentecostal, sino también y sobre todo la forma espectacular de cometer y sembrar el terror ”, acusó.
No es nuevo que Jean Wyllys se preste a involucrar a los evangélicos en la causa de sus agendas. En noviembre de 2013, cuando aún era diputado federal, participó en un evento llamado “Facção: Encontro Latino-Americano de Mediativismo”, y propuso en ese momento una forma velada de censura de los medios de comunicación cristianos, citando por nombre GospelMais , entre otros .
En 2019 afirmó que en medio de las religiones abrahámicas nació la “homofobia” , concepto que incluye al judaísmo, al cristianismo y también al islam.
Actualmente, en Brasil, el principal choque “cultural” contra los activistas LGBT lo protagonizan precisamente las iglesias evangélicas y la predicación bíblica, que denuncian la homosexualidad como un pecado y el extremismo de las agendas progresistas, lo que explica las constantes e infundadas críticas a Jean Wyllys.
