A principios de año, China finalmente alivió los bloqueos después de tres años de intensas restricciones pandémicas. Los cristianos volvieron a trabajar predicando el Evangelio y distribuyendo Biblias.
“Nuestro cronograma de distribución está repleto”, dijo Kurt Rovenstine de Biblias para China, la organización detrás de Amity Printing Press, la compañía de impresión de Biblias más grande del mundo.
“Distribuimos en China a través de la iglesia registrada en las zonas rurales. Este proceso lo llevan a cabo socios que hemos tenido durante muchos años”, continuó Kurt, explicando que el propósito de las distribuciones es ofrecer una Biblia a cada cristiano chino que no puede pagarla.
‘La Biblia los prepara para el ministerio’
El trabajo de los misioneros que distribuyen Biblias a los chinos ha ayudado a muchos jóvenes líderes laicos en las Escrituras y que se están preparando para el ministerio.
“Tener una Biblia los ayuda a prepararse para entrar por las puertas que Dios les está abriendo”, dijo Kurt sobre el trabajo de evangelización que requiere de mucha estrategia y valentía por parte del liderazgo cristiano en el país.
“Oren para que haya un sentido de confianza en el Espíritu Santo para guiar y dirigir a estos creyentes y abrir puertas para que las Biblias vayan a lugares que tal vez no se nos hayan abierto antes”, instó Kurt.
Dictadura china contra la Iglesia
China ocupa el puesto 16 en la Lista mundial de persecución de 2023, donde los cristianos se encuentran en un entorno hostil, vigilado y violento.
La Constitución china funciona como una “dictadura” a la que llaman “democrática popular”, pero la democracia en realidad no existe. El liderazgo chino se guía por la paranoia dictatorial y los abusos de todo tipo de libertad.
Las regulaciones religiosas se aplican estrictamente y limitan las iglesias en el país, que están totalmente supervisadas por el gobierno. La mayoría de ellos son parte del Movimiento Patriótico de las Tres Autonomías, los demás son considerados ilegales.
