Un esclavo fue sanado luego de ser evangelizado por un grupo de misioneros en un horno de ladrillos en Pakistán .
Según Global Christian Relief, muchos cristianos están atrapados en un ciclo de trabajo forzoso en hornos de ladrillos. Los propietarios influyentes, que buscan mano de obra barata y fácilmente disponible, se dirigen a comunidades cristianas vulnerables que están desesperadas por encontrar trabajo.
Así, conceden préstamos a familias en momentos de necesidad, sabiendo que tendrán dificultades para pagar sus deudas.
Como resultado, muchas familias se ven obligadas a trabajar en esclavitud para pagar sus deudas. Esta manipulación sistemática perpetúa un ciclo de pobreza y esclavitud para las comunidades marginadas.
Antes de la visita, los cristianos pagaron una suma de dinero al dueño de la fábrica de ladrillos para que pudiera darles un día libre a los esclavos.
Después de que el equipo reunió a la gente, un misionero predicó el Evangelio. Al final preguntó si los oyentes querían recibir a Jesús.
“Casi todo el mundo levanta la mano. No fue nuestra palabra, fue simplemente el Espíritu moviéndose”, compartió.
Evangelismo en el horno. (Foto: Reproducción/YouTube/Iglesia ResLife)
Curar
Además de las salvaciones, el misionero testificó que el grupo vivió momentos de milagros.
En este horno, los esclavos necesitan producir una cierta cantidad de ladrillos por día. Un gerente le rompió la pierna a un hombre llamado Shahzad después de no alcanzar el objetivo establecido.
Mientras Shahzad estaba sentado con la pierna extendida, los misioneros colocaron sus manos sobre él y declararon curación en el nombre de Jesús. De repente, fueron testigos de algo sobrenatural.
“Empezamos a ver esta pierna moverse y mi papá se inclina y me empuja. Y él dice: ‘¿Por qué no lo haces levantarse?’, y en ese momento, miro hacia arriba y este hombre tiene lágrimas en los ojos. Estaba sonriendo, era como si Dios se moviera dentro de su cuerpo”, recordó el misionero.
Finalmente, destacó que Dios sanó a Shahzad: “Se levantó y pudo mover la pierna. Y se puso de pie frente a todos y dijo: ‘Me siento 100% curado’”.
“Lo que Jesús está haciendo en la nación de Pakistán específicamente en este horno de ladrillos fue asombroso. Esto aumentó mi fe en el poder del Evangelio. El Evangelio sencillo que es poder de Dios para la salvación de todo el que cree”, concluyó.
Pakistán ocupó el séptimo lugar en la Lista de Vigilancia Mundial 2024 de Puertas Abiertas sobre los lugares más difíciles para ser cristiano
