Kara Diehl creció en un hogar donde estuvo expuesta al ocultismo desde la infancia en los Estados Unidos. Después del divorcio de sus padres, dejaron de ir a la iglesia y la familia comenzó a enfrentar opresión en el hogar.
“Un hombre que vivía con nosotros estaba involucrado en el culto satánico y en la invocación de los muertos. Nos enseñó sobre brujería y otras cosas”, dijo Kara a CBN News.
“Veíamos que sucedían cosas extrañas en casa y cuando sabía que algo pasaba, no me sentía seguro. Fue como si esta oscuridad se me presentara. Podía sentir esa presencia”, añadió.
Kara sufrió abuso y vivió con miedo, mientras crecía creyó que necesitaba quitarse la vida para acabar con el dolor. Sintiéndose sola y desesperada, intentó suicidarse varias veces:
“Le pedí a Dios en varias ocasiones que me llevara y no lo hizo. Entonces, a los 12 años, fue mi primer intento de suicidio”.
En la escuela secundaria, Kara usó el alcohol como otra forma de adormecer su trauma. Incluso después de alejarse, todavía no había paz.
“Gasté todo mi dinero en fiestas y toqué fondo. Me di cuenta de que iba a morir así”, recordó y afirmó que seguía buscando formas de liberarse de su pasado.
