Durante 15 años, Valerie Martin tuvo dificultades para respirar con normalidad. Para realizar cualquier actividad sentía molestias.
“Esto realmente me frustró porque mi calidad de vida había cambiado drásticamente. Ya no sentía que funcionaba como una persona normal”, dijo a CBN News.
Todo empezó en 2007. Para dormir, ella, que trabajaba como trabajadora social, utilizaba un ungüento y medicamentos que le abrían las vías respiratorias. Sin embargo, estos procedimientos fueron paliativos.
“Me lo ponía debajo y alrededor de la nariz para poder respirar mejor por la noche. Ayudó un poco, pero no lo suficiente”, informó.
Después de dos años de sufrimiento, acudió al médico que le diagnosticó apnea del sueño. La remitió a un especialista que le dijo que sus niveles de oxígeno estaban peligrosamente bajos y le recetó una máquina CPAP (dispositivo compresor de aire silencioso).
“Usé esto durante un año y medio y sentí que, en ese tiempo, dormí bien cinco o seis noches. No estaba funcionando”, dijo Valerie.
‘Quiero la cura’
Después de tratamientos fallidos, Valerie confió en que Dios podría sanarla: “Le dije: ‘Señor, necesito tu ayuda. No puedo hacer esto y ya no quiero vivir así’”.
Luego, el 15 de octubre de 2020, Valerie estaba en el trabajo cuando su madre, Erma Gene, la llamó y le dijo que había escuchado una oración por la curación en un programa de televisión.
Cuando llegó a casa del trabajo, Valerie logró ver una repetición del programa cristiano de CBN News, donde el presentador Terry Meeuwsen declaró:
“Tienes problemas respiratorios. Parece que nunca puedes respirar completamente. Ahora mismo, inhala completamente y exhala mientras Jesucristo te sana por completo”.
Y Valerie respondió: “Soy yo. Creo que es para mí”. Por primera vez en años, durmió toda la noche. A la mañana siguiente, supo que Dios la había sanado .
“Puedo sentir el aire entrando y saliendo. No había sentido eso en años. Fue emocionante”, dijo.
Desde entonces, Valerie no ha tenido problemas respiratorios. Comenzó a trabajar mejor, a practicar actividades físicas y anima a todos a confiar en Dios.
“Sigue creyendo. Sigue recordándote que Jesús te ama. Y que Él nunca te dejará, ni te desamparará. Él siempre estará trabajando a tu favor y podrá curarte”, concluyó Valerie.