Durante un viaje misionero al Sudeste Asiático , cristianos hispanos (personas de origen o cultura latinoamericana) en alianza con la Junta de Misiones Internacionales (IMB) realizaron acciones evangelísticas que resultaron en 57 vidas para Jesús.
“No fuimos a trabajar. Fuimos a ver a Dios obrar y lo alabamos por usarnos más allá de lo que podíamos hacer para Su gloria”, dijo Annel Robayna.
Robayna, quien sirve como estratega de movilización de la iglesia hispana de la IMB, viajó con líderes y miembros de iglesias hispanas por todo Estados Unidos para servir junto a los misioneros hispanos Adam y Janene Ríos, quienes sirven en la IMB en el sudeste asiático.
Durante el viaje que duró dos semanas, 130 personas escucharon el Evangelio y 57 aceptaron a Jesús.
Según Robayna, la conexión personal es lo que motiva a las personas a servir en la comunidad hispana.
Testimonios
En el lugar, los cristianos iniciaron conversaciones con el siguiente enfoque: “Voy a contar una historia que cambió mi vida y está cambiando la vida de otras personas también”.
Un soldado musulmán fue una de las 57 personas que decidieron seguir a Jesús. Al principio tuvo dificultades para comprender el perdón de Dios debido a su profesión.
En el lugar confesó haber matado a personas por orden de sus superiores. Luego, Robayna compartió sobre el perdón de Jesús. Al final, él y su nuera decidieron entregar su vida al Señor.
El viaje al Sudeste Asiático fue el primero de Andrea, procedente de Luisiana (EE.UU.). A pesar de no hablar español, ella estuvo disponible para servir en el lugar.
Andrea oró y pidió a Dios que la usara según su voluntad: “No hay edad para compartir el Evangelio. Todo lo que esta gente necesitaba era que alguien viniera y plantara una semilla de mostaza, y Dios se encargaría del resto”.
Andrea dijo que el Señor le dio poder para compartir la Palabra de Dios de maneras que nunca habría podido hacerlo sin Él. Dios usó su testimonio para alcanzar vidas.