La confianza en Dios es importante, y la fe es lo que mueve el espíritu del cristiano. Dios se muestra en la fe, porque a través de ella, Él sabe que sus hijos confían en su poder. El Señor en todo momento sabe tu camino, por donde irás y lo que tus pies sentirán o caminarán. Todos tus planes son conocidos por Dios, y también los deseos de tu corazón, muchas veces dudamos entonces por qué no se hacen reales. Dios bendice y apremia a un corazón honesto, siempre que éste, tenga fe y confíe en su poder. La fe muerta no existe, o confías en el Rey de Reyes y Señor de Señores, o no lo haces. Los cristianos no podemos ser tibios en nuestro creer, porque Dios no dudó en salvarnos, pues nosotros tampoco dudaremos de Él.
La fe es la convicción de lo que se espera, y la seguridad de lo que no se ve. Nuestro ojo no puede ver el aire, pero ahí está, lo sentimos. Dios está en todo, en el aire, en el agua, en las hojas y en las olas. Confiamos en Dios porque conocemos lo que hizo por nosotros, y estamos convencidos que en todo tiempo el Señor velará por nuestro bienestar. Por ello, nuestra fe no se puede ver superada por los males del mundo y preocupaciones banales.
Dios se muestra en la fe.
La fe también es la característica mas libre que existe. No necesitas de bienes materiales para tener fe. Tu confianza nace en el corazón, y con los deseos de tu alma, alabas a Jehová. Hasta cuando duermes tu espíritu alaba a Jehová, porque sabes que Él es bueno. Todo lo que vive en el mundo confía en Dios. Los pajaros no siembran y comen, porque Dios supuso que para todos sus hijos, el velará como poderoso gigante.
Como dice la palabra de Dios en los hebreos 11:
La fe
Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.
Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos.
Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.
Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y muerto, aún habla por ella.
Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios.
Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.
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