La palabra de Dios es viva y eficaz. Hoy entonamos un canto de victoria porque desde que estábamos en el vientre de nuestra madre somos campeones. La vida en las manos de Dios se transforma, se vuelve placentera y mucho mejor. Confiar en la palabra de Dios nos hace fieles soldados a su disposición. Nuestra valentía se vuelve mas grande, porque el Señor va con nosotros como un poderoso gigante. No habrá mal alguno tan grande que nos haga sentir a nosotros pequeños.
Así como David venció a Goliat. Un gigante que infundía miedo en todas las filas, que era un icono de miedo para cualquiera por su gran tamaño. El gigante se vio vencido por un pequeño niño, quien se consagró a Dios y confió en su valentía para luchar y resultar vencedor. Así debemos ser los cristianos, no importa el problema que sobrevenga, esfuérzate y se valiente como dice la palabra. El Señor es sabio, y al momento de tu transformación, te hizo criatura nueva, donde estaba tu corazón ahora hay uno del coraje de un león.
Canto de victoria
La biblia, las sagradas frases que en ella esconde, hoy nos lleva hasta Isaías 26, un poderoso canto para salir victorioso de cada situación. Dice así:
En aquel día se entonará esta canción en la tierra de Judá:
Tenemos una ciudad fuerte. Como un muro, como un baluarte, Dios ha interpuesto su salvación.
Abran las puertas, para que entre la nación justa que se mantiene fiel.
Al de carácter firme lo guardarás en perfecta paz, porque en ti confía.
Confíen en el Señor para siempre, porque el Señor es una Roca eterna.
Él hace caer a los que habitan en lo alto, y abate a la ciudad enaltecida: La abate hasta dejarla por el suelo, la derriba hasta hacerla morder el polvo.
¡Los débiles y los desvalidos la pisotean con sus propios pies!
La senda del justo es llana; Tu, que eres recto, allanas su camino.
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