La ansiedad nos distrae de nuestra relación con Dios y la verdad de que Él es “Señor del cielo y de la tierra” (Mateo 11:25).
En el peor de los casos, la ansiedad es una enfermedad paralizante que se apodera de nuestra mente y sumerge nuestros pensamientos en la oscuridad.
Pero Dios quiere mucho más para nosotros que caminar por la vida llenos de miedo, preocupación y ansiedad.
Cómo superar el miedo, la ansiedad y la preocupación según la palabra de Dios
“Por nada estéis afanosos”, nos dice la Biblia en el libro de Filipenses, capítulo 4, “sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias”.
“Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.”
Nuestras instrucciones no se detienen ahí. El capítulo continúa diciendo a los creyentes exactamente en qué debemos enfocarnos. Y no es el miedo, el terrorismo, la enfermedad, la muerte o el mal.
Palabra de Dios
“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo que es honorable, todo lo que es justo, todo lo que es puro, todo lo que es amable, todo lo que es digno de elogio, si hay alguna excelencia, si algo digno de alabanza, en esto pensad”.
“Lo que habéis aprendido y recibido y oído y visto en mí, practicad estas cosas, y el Dios de paz estará con vosotros” (Filipenses 4:8-9, NVI, énfasis añadido).
El primer paso para una mente libre de ansiedad es entregar tu vida a Jesucristo. Una vez que haya dado ese paso, es importante fijar sus pensamientos en Jesús y la promesa de que Él está preparando un lugar para Sus seguidores en el cielo (Juan 14:2-3).
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