Un pastor de Estados Unidos testificó que después de un encuentro con Dios, fue liberado de la adicción a la pornografía .
Chris Cruz, pastor asociado y pastor de jóvenes adultos de la Iglesia Bethel en California, dijo que Dios lo encontró en la sala de su casa e instantáneamente transformó su vida.
A pesar de creer en el proceso de crecimiento y transformación, Chris dijo que lo que le pasó fue diferente.
“Esto no es una exageración. Fue uno de esos momentos en los que de la noche a la mañana me pasó algo que no sé si hubiera podido pasar de otra manera”, dijo en el canal de YouTube de la iglesia.
En 2005, recibió una palabra profética mientras asistía a una reunión de oración.
“Entendí el ministerio profético, pero nunca había tenido esta experiencia de que alguien me profetizara algo”, dijo.
En ese momento, Chris era adicto a la pornografía y no buscaba a Dios. Había diez personas en la sala y comenzaron a profetizar.
“Cuando empezaron a profetizar, pude sentir que el Espíritu Santo venía a mí. En ese momento lo habría llamado fuerza, pero todos conocemos la persona del Espíritu Santo”, recordó.
Continuó: “Algo pasó y el Espíritu Santo me golpeó. Me recosté en la silla y estaba ardiendo, comencé a sentir mucho calor y estaba sudando. De mi boca salieron palabras en un idioma que no conocía y me sentí realizado”.
En ese momento, Chris se sintió completo como nunca antes: “Mis inseguridades y las cosas que me cuestionaba sobre mí comenzaron a desaparecer. Fue como una cascada de la presencia de Dios, Él tomó estas cosas de mí y me llenó simultáneamente”.
“En ese momento me enamoré de Jesús. Me sentí atraído por Él. No me conformé con ir a la iglesia, experimenté la presencia de Dios”, dijo.
Después de esta experiencia, Chris superó su adicción a la pornografía: “Fue la relación con Dios lo que cambió todo. Pasé de estar encerrada en mi habitación viendo pornografía a estar encerrada en mi habitación orando”.
“Nací de nuevo y estaba teniendo la experiencia de vivir como una nueva creación en Dios. Estoy disfrutando del mismo Señor y nunca he mirado atrás”, concluyó.
