jueves, septiembre 19, 2024
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“Fue la mejor noche de mi vida”, dice un niño de 11 años curado en el avivamiento de Asbury

Una niña de 11 años llamada Helen White experimentó una sanidad milagrosa durante el Avivamiento de la Universidad de Asbury , donde miles de personas de todas las edades se reunieron en Kentucky, Estados Unidos para unirse al poderoso mover de Dios.

“Fue la mejor noche de mi vida, me encantó. Rezo todas las noches y le agradezco al Señor que fui”, dijo Helen.

Según CBN News, cuando la familia de Helen se enteró del avivamiento en la Universidad de Asbury, cancelaron sus planes para el fin de semana, cargaron su remolque y manejaron alrededor de 10 horas desde Virginia hasta Kentucky para presenciar el mover del Espíritu Santo.

Helen dijo que mientras veía la transmisión en vivo de los servicios, les rogaba a sus padres todos los días que la llevaran a ella y a sus tres hermanos menores.

“Fue hermoso, fue tan simple, tan simple pero sagrado culto”, dijo Helen.

Dios la sanó de la enfermedad celíaca, una enfermedad autoinmune causada por la intolerancia al gluten, y de la esofagitis eosinofílica, una enfermedad alérgica que a menudo se confunde con la enfermedad por reflujo gastroesofágico.

“Un hombre oró por mí y sentí un hormigueo en las manos y los pies y en todo el cuerpo. Realmente me curé”, dijo Helen. 

La madre de Helen, Christina, se unió a la oración por la curación de su hija: 

“Estaba orando en silencio y observándola interactuar con este ministro de oración y ella decía: ‘Mis manos hormiguean como electricidad'”.

“No necesito saber qué estaba pasando en ese momento porque sé que Dios estaba allí”, agregó.

resiliencia familiar

Para llegar al lugar de los servicios, la familia tuvo que pasar por largas filas. Cuando detuvieron su tráiler en el pequeño pueblo de Wilmore, algunas señales los desanimaron de seguir adelante diciendo que el avivamiento estaba completo.

“Comenzamos a orar y dijimos: ‘Señor, nos has traído hasta aquí para estar en tu presencia’”, dijo Christina. 

Cuatro de ellos partieron a pie y fueron conducidos a una puerta para estudiantes y niños.

“Subimos e inmediatamente preguntaron: ‘¿Hay grupos de 4 aquí?’ Estábamos allí y entramos”, dijo.

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