La violencia contra los cristianos no es exclusiva de África y Asia. El Observatorio sobre la intolerancia y la discriminación contra los cristianos en Europa (OIDAC) señala una tendencia alarmante también en el continente europeo.
El Observatorio de la Intolerancia y la Discriminación contra los Cristianos en Europa es una organización con sede en Viena que supervisa la libertad religiosa en el continente europeo.
En su último informe anual, OIDAC registró un aumento del 44% en los crímenes de odio contra cristianos en Europa.
En un comunicado, la organización también destaca la necesidad de prestar atención a la creciente violencia en Occidente, además de los dramáticos casos en África y Asia:
“En Occidente tendemos a ver la violencia contra los creyentes religiosos principalmente como un problema en países de África y Asia. Si bien es importante resaltar estos dramáticos ejemplos de persecución, también debemos prestar atención a lo que está sucediendo en Europa”, dice. Anja Hoffmann, directora ejecutiva de OIDAC Europa.
La organización descubrió que, además de la mayoría de los ataques contra iglesias y cementerios, también está creciendo el número de ataques contra cristianos individuales en toda Europa.
Por ejemplo, el Ministerio del Interior francés registró casi 1.000 crímenes de odio contra los cristianos en 2023, de los cuales 84 fueron ataques personales contra cristianos.
Este año, el informe de OIDAC Europa documentó casos de violencia física, amenazas e incluso intentos de asesinato contra cristianos en el Reino Unido , Francia, España, Italia, Alemania, Austria, Polonia y Serbia.
A veces, comunidades enteras son blanco de violencia antirreligiosa. En junio, por ejemplo, una iglesia adventista del séptimo día en Dijon fue lanzada con gases lacrimógenos durante un servicio, lo que provocó pánico e hirió a nueve personas, según el informe de OIDAC.
Según la directora Anja Hoffmann, especialmente los cristianos conversos de origen musulmán son vulnerables a la violencia.
En abril, un tribunal italiano condenó a personas que atacaron a un cristiano converso tunecino. Hoffmann subraya que el derecho a convertirse a otra religión es “un elemento esencial de la libertad religiosa”. Por ello, afirma que los gobiernos europeos deben hacer todo lo posible para proteger a estos cristianos, “que corren un alto riesgo de sufrir violencia”.