La misericordia de Dios todopoderoso en su palabra es viva y eficaz. La buena noticia es que un pastor de 90 años es sanado, el hombre anteriormente también fue sobreviviente del cáncer. El paciente de nombre José López es un líder de la fe en su iglesia, situada en California, Estados Unidos. En el pasado, López fue diagnosticado con cáncer, también era paciente diabético y por su avanzada edad, su familia y los médicos que lo atendieron pensaron que era el final para José López. En la palabra de Dios ningún justo es desamparado, y el Señor muestra misericordia a sus hijos, les da la salvación y la sanidad. López fue sanado por el poder de Dios.
Cuando tuvo síntomas tales como fiebre y problemas respiratorios, la familia automáticamente pensó en el coronavirus. La pandemia del virus afecta de forma significativa a los Estados Unidos, en donde la cifra de contagios continua en aumento. Cuando llevaron a López a la clínica, los médicos tuvieron que asegurarse que el virus estuviera en su cuerpo, por lo que fue sometido a una prueba rápida de coronavirus. Los especialistas saldrían de dudas, López estaba enfermo con coronavirus, y dio positivo al test. Lo que no previnieron, es que su salud no empeoraría, sino que continuaría mejorando con los días.
Pastor de 90 años es sanado
El hombre de 90 años tenía antecedentes suficientes para que los médicos esperaran una muerte inminente. Los especialistas notificaron a la familia y posteriormente pusieron a López en terapia intensiva. Según palabras de los médicos ¨Era casi imposible que un paciente con una edad tan avanzada, que tuvo cáncer y también sufre de diabetes pudiera recuperarse, estábamos esperando lo peor¨. Después de que los familiares fueran informados, el hijo del paciente, Héctor López, iría a despedirse de su padre.
Cuando el hijo llegó a la sala, no pudo contener su asombro, su padre había comenzado a mejorar, y los médicos dirían que fue una sanidad sobrenatural y milagrosa. López sería puesto en pruebas de nuevo para ver el avance del coronavirus en su cuerpo. Los médicos quedaron impresionados cuando vieron que el virus pronto desaparecería del cuerpo del paciente. Mas tarde el hijo declararía a los medios de comunicación: “Dios lo sanó. Por toda la salud de mi padre, mi padre no debería estar vivo “. José López fue dado de alta y espera que cuando termine la pandemia poder continuar su trabajo y devoción hacía Dios en la iglesia.
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